La Licenciatura en Medicina según una médica viviendo en Suiza [Entrevista]

¿Querés estudiar la Licenciatura en Medicina? En esta nota te vamos a compartir la edición de una entrevista realizada a una egresada de la carrera que nos brindará mucha información y consejos para los futuros estudiantes. ¡Chequeá este artículo y descubrí la profesión!

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Entrevista a una médica endocrinóloga

Al momento de decidir qué estudiar, una de las cuestiones fundamentales es conocer la voz de egresados que den cuenta de su experiencia en el mundo laboral y de su paso por la carrera. En esta nota vamos a desarrollar una entrevista realizada a Silvia E. Jäggi-Groisman, donde nos contará qué hace una profesional y por qué decidió estudiar la Carrera de Medicina.

Además veremos sus inicios en esta profesión, su experiencia laboral viviendo en Suiza, dónde se puede estudiar, y otras cuestiones que te van a ayudar a decidir si la Medicina es ideal para vos.

Este artículo es la edición de una entrevista realizada por Analía Brodsky (Licenciada en Psicología) para el programa radial “Vocaciones en Red”. El mismo está conducido por profesionales de la orientación vocacional, y en cada emisión entrevistan a referentes de diversas profesiones. Su objetivo principal es que las personas conecten con su deseo y con lo que quieren hacer en la vida, alineando la emoción, el pensamiento y la acción.

¿Quién es Silvia E. Jäggi-Groisman?

Silvia es egresada de la licenciatura en Medicina y se especializó en Endocrinóloga. Tiene un postgrado científico en Nutrición por la Universidad Tecnológica de Zúrich. Además ha realizado una formación para dirigir laboratorios médicos con la especialidad de Química Clínica.

 

 

Los inicios en la Licenciatura en Medicina

¿Por qué elegiste estudiar la licenciatura en Medicina sobre otras carreras?

Bueno eso de la vocación es un poco romántico. Desde chica cuando me preguntaban qué iba a ser de grande, yo respondía que iba a ser médica, pero en la realidad no tenía la menor idea. Creo que de tanto contestar eso me convencí. Así que, realmente no es algo muy científico esto de la vocación. 

Yo empecé la facultad exactamente en el ‘76. Tenía ganas de estudiar Psicología pero en esa época los psicólogos eran mal vistos. Había que ser psiquiatra. Entonces empecé la carrera. En el cuarto o quinto año tuve la oportunidad de ir al Hospital Italiano y trabajar allí, ver lo que hacían. Me dije a mi misma: “No, esto no quiero hacerlo”. 

Se me vino un poco el mundo abajo porque estuve cuatro o cinco años estudiando medicina para ser psiquiatra y ahí empecé a buscar qué hacer y descubrí que me gustaba la endocrinología.

Tuve suerte de poder entrar a un servicio que era muy reconocido en el Hospital Álvarez. Así que finalmente tuve una formación como endocrinóloga. 

¿Venís de familia de médicos?

No, no vengo de una familia de médicos. Pero soy hija única y había un mandato que había que ser profesional. No me preguntaron si iba a estudiar, sino qué quería estudiar. 

Bueno, yo al principio quería ser pediatra. Trabajé un tiempo como maestra jardinera, pero también lo descarté porque me daba mucha pena tener que poner una inyección a un bebito o ver chicos que se morían de cáncer. Es muy idealizado lo que hace un pediatra cuando no conocés la profesión.

¿Podría decirse que sentiste una vocación por la licenciatura en Medicina?

En realidad si tengo que pensar en una vocación tengo que decir que fue lo social. A mí siempre me gustó lo social. No hacer algo sola. Estar siempre en grupo. La medicina da para eso y para hacer este diagnóstico en grupo, para trabajar en equipo.

Experiencia laboral en el exterior

Contanos un poco tu decisión de partir para Suiza

Bueno, eso ya es un poco más personal. Conocí a mi novio en ese entonces, que era un suizo, camino a Machu Picchu. El vivió en Argentina un año y después decidimos ir un año a ver cómo era Suiza. Toda mi vida había corrido. A los 17 terminé el secundario y a los 23 ya era médica. Nunca dejé de estudiar, ni me permití una pausa.

Cuando estaba trabajando en el servicio de endocrinología, con otro doctor fuimos los primeros que probamos un medicamento que fue muy exitoso, inclusive hasta hace pocos años, para tratar tumores de hipófisis. Ese medicamento lo había probado un médico español en Suiza que se había hecho muy amigo del doctor con el que trabaja.

Entonces, cuando decidí que me iba de Suiza, le dije que por favor le escribiera a su amigo el suizo para avisarle que yo iba para allí. De hecho, tuve la oportunidad de encontrarme con él en un congreso y me dijo que lo vaya a ver cuando llegue a Suiza.

Yo era super optimista y positiva, cosa que los suizos no son. Quizás un poco ingenua. Llegué a Suiza y al día siguiente tomé el tren a Basilea. Y claro, las cosas acá no se hacen así, hay que pedir una entrevista formalmente. Bueno, cuando estuve ahí más o menos me echó, pero yo no lo entendí así. Me dijo: “Aprendé a hablar alemán perfectamente, y fijate si te vas a casar con tu novio, porque si no tenés papeles suizos, acá no podés hacer nada.” 

¿Sabías hablar el idioma antes de irte a Suiza?

Antes de ir estuve un mes yendo al Instituto Goethe estudiando alemán todo sola, porque no tenía tiempo. Hacía guardias y trabajaba en el hospital. Me leí todo el libro que correspondía a un año en un mes. Cuando llegué a Suiza tenía una ensalada de Alemán y tuve que estudiar de vuelta. 

No pude hablar realmente hasta los dos años de estar acá. Además, en Suiza no hablan alemán, sino que hablan suizo. El suizo no se puede estudiar, es un dialecto que hay que escucharlo. A mí me gustan las cosas sistemáticas y me gusta ver un libro. Pero no hay un libro para estudiar suizo, por lo cual hasta el día de hoy no lo hablo bien.

O sea, al principio no lo necesité porque yo me fui con la idea de quedarme un año y ya van más de 30.

¿Cómo fue tu primer acercamiento a la medicina en Suiza?

Bueno, luego de hablar con este profesor me anoté en un curso intensivo de alemán. Me había casado así que ya tenía los papeles suizos, pero luego de unos meses me empezó a agarrar la depresión de que yo nunca iba a hablar alemán perfectamente. 

Entonces llamé al profesor y le dije muy al estilo argentino que creía que nunca iba a hablar alemán perfectamente, y que si no me daba un trabajo me iba a pegar un tiro. El creo que lo entendió literalmente y se asustó. Entonces me consiguió una entrevista en la Universidad de Zurich para trabajar en la parte de investigación ya que no me iba a poder comunicar con pacientes. 

Fui a la entrevista sin tener idea que estaba hablando con profesionales que todos los años estaban nominados al Premio Nobel. Tuvimos la charla en alemán. Hasta el día de hoy me acuerdo. Acá las cosas se dicen de forma muy amable, no como en Argentina que podés pedir “pasame esto, traeme aquello”. En el idioma alemán se dice “me podrías alcanzar esto”. 

Entonces esto era un tiempo que se llama el subjuntivo, que no lo había estudiado todavía. Claro, cuando me di cuenta yo no hablé en subjuntivo. Pensaba que no me iban a llamar nunca más. Pero parece que al hablar de una forma tan directa como diciendo “quiero hacer esto, quiero tal otra cosa”, se ve que eso le impresionó. Entonces pude entrar ahí y trabajar por más de ocho años en investigación.

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¿Tu idea era trabajar con pacientes y las circunstancias hicieron que te fueras para el lado de la investigación?

Sí. Yo nunca pensé que iba a trabajar con las ratas. Tenía que ir los fines semanas a aplicarles insulina para que no se mueran. Y me moría de miedo de agarrar una rata. 

Trabajé muchos años en ese proyecto y cuando concluyó empecé a ver pacientes. Al principio me mandaban todos los pacientes que hablaban español e italiano. Después, de a poquito me empezaron a permitir atender suizos en el hospital. Así estuve ocho años, hasta que un día el proyecto en el que trabajaba se cayó y fue entonces que empecé a buscar qué hacer. Era una época en la que tuve a mi bebé, una nena chiquita y eso es muy difícil. 

Antes, en la universidad habían muy pocas mujeres. Las mujeres se quedaban en sus casas con sus hijos. Ninguna tenía hijos y trabajaba como yo. Cuando llegué me pareció un país medieval. Ahora cambió o está cambiando por lo menos un poquito. 

Contanos cómo llegaste a tu puesto de trabajo, cómo te formaste y con qué equipos. 

Cuando terminó ese proyecto empecé a buscar otra cosa para hacer y ahí entré a estudiar relacionado a la nutrición y la ciencia en una universidad muy conocida. Allí aprendí cuestiones vinculadas a la realización de protocolos de investigación en nutrición. Con ese puesto tuve una cátedra en la Universidad y luego entré a trabajar al Hospital Universitario.

En ese trabajo me fui alejando de a poco de la endocrinología y me especialicé en el mundo de las proteínas. Al tener esa posibilidad pude hacer una carrera de cinco años que te permite tener una habilitación para dirigir un laboratorio y bueno, con todos esos títulos, empecé a trabajar en una especie de multinacional dirigiendo laboratorios. 

Mi trabajo principal es asesorar a los médicos, y realizar tareas que tienen que ver con el management. Hago todo lo que tiene que ver con el personal, leyes, controles de calidad, todo lo que en Medicina no estudié. Que eso es más un bioquímico en Argentina. 

¿Qué fue lo que te apasionó de la investigación sobre ejercer medicina de forma tradicional?

En Suiza la endocrinología no es solamente endocrinología, sino que va con diabetología. Entonces tuve que aprender todo lo que tiene que ver con diabetes. Atendíamos una vez por semana pacientes y el resto del tiempo se dedicaba a la investigación y era otro mundo. Se discutían proyectos, la gente que aparecía en los libros de pronto estaba ahí sentada trabajando, era otro mundo. Yo lo único que quería era aprovechar eso y volver a la Argentina en ese entonces. O sea, yo quería absorber todo lo que podía.

¿En Argentina hubieras podido obtener este desarrollo?

No, a nivel científico no. Por ejemplo, en Argentina yo creo que un médico que hace una investigación no puede vivir de su sueldo. En cambio, acá un médico residente puede vivir de su sueldo. Osea, no hace falta hacer guardia los fines de semanas o todo lo que hacíamos en Argentina para sobrevivir. Eso es diferente ahora. 

Cuando llegué a Suiza no me sentía ninguna privilegiada, al contrario, yo sentía que venía con todo lo que me metieron en Argentina: que somos la mejor universidad del mundo, que veníamos del mejor colegio. No era nadie. Es más, acá los suizos hablan todos los idiomas perfecto: francés, inglés. Yo balbuceaba mi inglés de Argentina y trataba de entender alemán. O sea, al principio me sentía muy poca cosa.

Por otro lado, también tenía un background de mucha experiencia clínica, que los médicos de acá no poseían porque la cantidad de pacientes que nosotros veíamos en endocrinología. En nuestro servicio podíamos atender de 40 a 50 pacientes por día, discutíamos los casos, venía siempre el jefe de residentes. Era toda una formación que en Suiza los endocrinólogos no obtenían y yo sentía que sabía un montón de clínica, pero en todo el resto era un desastre. 

Relación entre la Medicina y la Tecnología

¿Cómo ves los avances tecnológicos en la medicina en Suiza?

A nivel clínico me parece que nosotros no tenemos nada que envidiar a la formación en los hospitales. En cambio, a nivel científico de investigación, acá tenés todos los medios. Por ejemplo, vos presentas un proyecto y una vez que se aprueba tenés todo el dinero a tu disposición. O sea, es como sentirse en el paraíso para un investigador.

En ese entonces había mucho dinero en Suiza para la investigación, ahora cada vez hay menos. Entonces, estaba rodeada de profesionales que podían recibir el Premio Nobel en cualquier momento. 

Ahora, mirando para atrás, veo que tuve mucha suerte de estar trabajando con ese grupo de gente. Cuando yo vine acá pensé que todos eran así, pero era ese grupo que realmente era una elite.

Consejos para estudiantes de la Licenciatura en Medicina

¿Qué le dirías a aquellos estudiantes que quieren trabajar en el exterior?

Si alguien quiere ir al exterior yo les diría que viajen, prueben, porque son experiencias. Pero que sepan que no es todo color rosa. No es como lo miran los argentinos que dicen: “Que suerte que te fuiste”. 

Hay muchas cosas que son duras, hay que ganarse el terreno, digamos. Venís de Latinoamérica, tenés que demostrar que sos mejor que cualquiera y además el hablar el mismo idioma no significa lo mismo. O sea, yo tengo muchos amigos de Latinoamérica o de España pero no significa que hablamos en la misma onda, que es como hablo con mis amigos en Argentina. Además, nosotros somos muy especiales con la amistad. 

Cuando una persona se va afuera y se queda a vivir en otro país, en ese instante es como que nunca va a ser 100% feliz. Yo acá tengo de todo, tengo mi carrera y una familia hermosa. Pero siempre me falta el 20 para el peso, que son los amigos que quedaron del otro lado, y eso es lo difícil de vivir afuera. 

Así que yo recomiendo salir y mirar afuera. Es muy bueno porque te permite ver con perspectiva muchas cosas. Ahora, quedarte toda la vida, es otra cosa. No sé si te hace feliz. 

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¿Dónde estudiar la Licenciatura en Medicina?

Si luego de leer la entrevista a Silvia te dieron ganas de estudiar la licenciatura en Medicina, a continuación detallamos algunas instituciones que ofrecen esta carrera:

Instituciones Privadas

Instituciones Públicas

  • UBA – Universidad de Buenos Aires
  • Universidad Nacional del Sur
  • UNLaM – Universidad Nacional de La Matanza
  • UNICEN – Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
  • UNLP – Universidad Nacional de la Plata
  • UNR – Universidad Nacional de Rosario
  • UNC – Universidad Nacional de Córdoba

Para conocer el listado completo de instituciones que brindan la carrera, podés visitar este enlace. Y si ya sabés que querés estudiar Medicina pero te cuesta elegir en dónde, te compartimos la nota de “4 Pasos para elegir la Universidad perfecta” para que el proceso de selección sea mucho más fácil. 

¿Se puede estudiar la licenciatura en Medicina a distancia?

Las carreras vinculadas al área de salud en general no cuentan con la posibilidad de cursar de manera virtual. Es por esto que no se puede estudiar la licenciatura en Medicina a distancia

Si te interesa seguir una carrera de forma online, podés descubrir más sobre la modalidad en nuestra nota “Estudiar a distancia: Qué es, qué carreras hay, dónde estudiar y qué ventajas tiene”. 

 

 

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Para finalizar

Este artículo es la edición de una entrevista realizada por Analía Brodsky (Licenciada en Psicología) para el programa radial “Vocaciones en Red”. El mismo se dirige a todas las personas que quieran conectar con su vocación y conocer testimonios de profesionales. 

En esta emisión se entrevistó a una médica que nos pudo contar sobre la licenciatura en Medicina y su experiencia profesional en el exterior. Si querés conocer más en profundidad, te invitamos a escuchar el programa completo.

En caso de necesitar más información sobre la carrera o las universidades que la dictan, te recomendamos que ingreses a buscouniversidad.com.ar.

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